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domingo, 3 de abril de 2016

Jugar es más que divertirse


A través de la recreación, los niños experimentan, aprenden, comprenden la realidad que les rodea y desarrollan su imaginación. Es una herramienta indispensable para su desarrollo físico, cognitivo, psicológico y social. 

El niño empieza a conocer la dinámica de los juegos entre el año y medio y dos. Esta es una etapa primordial para estimular la vivacidad y el movimiento. Todo lo que el pequeño aprende debe ser asimilado a través de los juegos. Un niño sano quiere jugar a todas horas, no se cansa nunca, es su manera de ir adaptándose a la sociedad. Toda información pasada por el juego produce resultados asombrosos. El niño es más receptivo a recibirla de esta manera. El abanico de posibilidades que brinda la diversión es infinito. El pequeño quiere caminar, correr, subir y bajar. Es necesario que le proporciones todas las facilidades para que pueda conocer el mundo a su manera, pero sin peligro.

Sencillo y fabuloso

Utiliza todos los elementos que le rodean para crear un mundo fantástico. Juega con la pelota: incentívalo para que la siga, la tome con sus manos, la lance o la patee. Si está sentado, motívalo a arrojarla a un cesto o a pasarla por una puerta. Entrégale una escoba para que juegue imaginando que es un caballito. Para explorar la casa, nada mejor que enseñarle a subir y bajar las escaleras apoyando los dos pies en el mismo escalón. Recuerda que el juego se puede realizar con toda clase de objetos –los comunes y corrientes que tenemos en casa- así desarrollará la capacidad artística y creativa. Todo lo que se utilice debe estar limpio y no debe presentar peligro para el niño, ya sea por su tamaño, composición o estado. Es muy importante que muestres una buena disposición al realizar las actividades. Considera al juego como algo indispensable en la vida de tu hijo, es una acción que tiene que realizar a diario y en cualquier circunstancia. Recuerda que no es recomendable asediar al niño con demasiados estímulos. La estimulación debe ser precisa, en el momento justo y de la forma adecuada para cada individuo. El proceso de desarrollo cerebral predispone al aprendizaje de ciertas cosas en determinados momentos y si a esto se suma una metodología lúdica, que contemple el juego y la interacción como meta inmediata y principal de cada actividad, es posible conseguir resultados muy positivos. Así también, el niño percibe desde pequeño que aprender es un juego más y al ser más grande no asociará el estudio con aburrimien

Jugar y aprender 

El juego es fundamental en la vida de tu pequeño. Mediante él, desarrollará nuevas habilidades que le permitirán resolver situaciones en el futuro.
Durante esta etapa, tu hijo experimenta un importante proceso de aprendizaje. Su cerebro es como una esponjita que capta todo a su alrededor y el juego se convierte en su manera de aprender y conocer el mundo. Tu pequeño niño, no juega únicamente para entretenerse sino para desarrollar sus destrezas psicomotrices y cognitivas, es decir, para mejorar la coordinación de sus conocimientos, emociones y movimientos ; como también, para desarrollar sus habildiades sociales, y la forma de relacionarse con los demás. De manera que el juego se convierte en el motor de su crecimiento y sin duda, la mejor preparación para la etapa preescolar. Por lo que los especialistas recomiendan que estimules a tu pequeñito con juguetes adecuados para su edad que lo ayuden a diferenciar colores y figuras, reconocer números y letras e incluso adentrarse en el mundo de la música. A continuación te ofrecemos una línea de juguetes ecológicos que favorecerán el desarrollo de tu hijo.

Centro de actividades móvil


La mejor forma de estimular la motricidad y concentración de tu pequeño es mediante un centro de actividades múltiples. Mientras se divierte moviendo los mullos de colores, armando el rompecabezas y moviendo los engranajes de colores, desarrollará sus habilidades motoras al utilizar sus manitos para jugar con los distintos objetos. El centro de actividades incluye: laberinto de mullos, xilófono con baqueta, rompecabezas de cuatro piezas intercambiables, tres orificios con formas y engranajes de flores. También tiene ruedas para que lo puedas mover con facilidad.

Laberinto con mullos de colores

Este juego es ideal para incentivar al pequeño a identificar las diversas formas y colores. Mientras tu niño juega con los mullos, conduciéndolos de un lado a otro por los caminos de finos tubitos, trabaja sobre su motricidad fina y coordinación ojo-mano.

Mesa musical

Regala a tu niño la posibilidad de adentrarse en el mundo de la música con una mesita de instrumentos. Este centro de actividades tiene un tambor y xilófono para fomentar el sentido de la armonía y ritmo natural de tu hijo. 

Gran cubo de actividades

Este cubo de actividades ofrece a tu pequeño una variedad de opciones para jugar y divertirse. Tiene un laberinto de mullos en la parte superior. Las actividades de este juego contribuyen al desarrollo ojo-mano de tu niño y promueven sus habilidades de juego social y cooperativo.

Bloque de cubos con letras

Ayuda a tu pequeño a convertir el aprendizaje en algo divertido. Enseña las letras y números a tu hijo con este entretenido juego, compuesto por cubos de colores con dibujos, letras y números. Recuerda que mientras comparten juntos, fortalecen sus lazos afectivos.





Rompecabezas

Los rompecabezas además de ser muy entretenidos para tu niño, lo ayudan a entender y organizar las formas espaciales, al coger las piecitas e intentar colocarlas en su lugar correcto. Los rompecabezas les puede enseñar a identificar figuras. De la misma forma, también existen rompecabezas con las letras del abecedario para que poco a poco aprendan nuevo vocabulario.





Fuente: http://www.bebemundo.ec/MiniBoletines/Mes24/24mes.pdf

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